Dónde está nuestro enfoque, está nuestra conciencia y mi nivel de luz.
En lo que me enfoqué, me expando, crezco, soy fuerte.
Es donde mi estado de consciencia, dirige mis acciones y conducta en automático.
El nivel de luz, es el nivel de conocimiento y autoridad en lo que entiendo y hago.
El mantenerme enfocado, me da una consciencia que suma y me perfecciona.
Y un nivel de luz, que va en aumento cada vez mayor, hasta alcanzar mi meta.
Saber quién soy en Cristo, me da firmeza, grandeza y un continuo ascenso a la victoria.
Enfocarse en las dimensiones de Cristo, me establece en lugares celestiales de reino.
Donde saberlo y entenderlo me lleva a nuevos niveles de luz y de victoria.
Apropiándose del reino eterno y celestial, que afecta lo físico y me mantiene en el campo de las posibilidades infinitas de amor, paz y abundancia, en el aquí y en el ahora.
Arturo Gtz Mtz Página de inicio
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