Alcanzando nuestro diseño eterno en Cristo

 Solo una relación personal y directa con Cristo, vivida cada día, puede darnos el crecimiento y la madurez espiritual necesarios para alcanzar nuestro diseño eterno aquí y ahora.

Como seres espirituales y divinos, entendiendo que nuestro Padre eterno es el Señor de los espíritus, Él envió a su Hijo Cristo para despertar nuestro espíritu. Solo así podemos tener una comunión real y efectiva en el ámbito espiritual.

En mi experiencia de más de 50 años, he descubierto que mi relación personal con el Padre, por medio de Cristo, me permite disfrutar de un amor creciente y ascendente. Es su revelación la que me da un crecimiento diario, llevándome a una vida más plena, llena de frutos de amor y paz. Esto me conduce a nuevos entendimientos, aprendizajes y, sobre todo, a ser una mejor versión de mí mismo.

La vida de abundancia y plenitud es el resultado de una relación madura y estable en mis diálogos con el Padre, por medio de Cristo y del Espíritu Santo.

Mi deseo es que su vida también sea maravillosa y plena, como resultado de su intimidad con el Padre de amor y misericordia, quien nos anhela en cada momento.


Arturo Gtz Mtz


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