Frecuencias de luz eternas.
Cristo es la luz verdadera y eterna.
Juan, capítulo 1.
La luz verdadera y eterna, vino a la tierra, para despertar nuestra verdadera identidad en cada hijo.
Entender esta naturaleza divina y espiritual de cada hijo, nos da un entendimiento poderoso.
Saber que nos habita, en nuestro espíritu, la fuerza eterna de la vida y de la creación.
Nos da una visión de posibilidades de libertad y autocontrol tan grandes como seamos capaces de creer y vivir en nuestra experiencia personal y colectiva.
Para crear o manifestar nuestra grandeza es necesario creer en nosotros.
Tener un concepto sano y lleno de amor y de fe en nosotros como persona.
Dándonos un lugar de respeto, amor y autoridad, aprendiendo a confiar en nuestra persona, como personas de bien y de confianza.
Vive, momentos de diálogo, de paz y de admiración por quien eres como creación divina y llena de amor, por el padre eterno, con un propósito eterno, en tu ADN espiritual.
Arturo Gtz Mtz Página de inicio
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