Diálogos con Cristo. Ocho.
Juan, capítulo 8, versículos 1 y 2.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
En la casa de mi Padre, hay muchas moradas.
Cristo me dice: nuestros diálogos permanentes y ascendentes te hacen ver.
Las moradas eternas en Cristo, donde tú y yo estamos en comunión.
Manifestando la voluntad del padre, que es tu diseño eterno en Cristo.
Donde te vuelves una extensión de su amor y poder en cada lugar que vas.
Todo en ti, es luz y amor del padre, despertando sus dimensiones espirituales.
Vivir en esta comunión permanente entra a la consciencia de Cristo.
Que es la vida, la plenitud de todas las cosas.
Donde su abundancia y gloria se manifiestan.
Arturo Gtz Mtz Página de inicio
Sigueme en: Blog: Mundo de Internet financiero
Sigueme en: Facebook
Sigueme en: Linktr.ee/ArturoGM
Comentarios
Publicar un comentario