El Alfa y la Omega
El principio y el fin de los tiempos.
Cristo, como Dios, es el inicio de todo y la eternidad.
En el mundo espiritual, de donde todo viene y vuelve, es un eterno presente.
Cristo es la imagen y naturaleza del Dios Padre Eterno.
Todo el universo fue creado y permanece creciendo por él y se sostiene por él.
Hebreos, capítulo uno.
Es importante entender que el mundo invisible o espiritual no existe, el tiempo.
Como seres espirituales que somos, pertenecemos a Cristo, la sustancia espiritual de Dios.
Todo el universo, su origen, es divino y eterno.
Todo gira alrededor de Cristo, como creador y quien sustenta y da vida a todo el universo.
Nuestra relación diaria y personal con Cristo nos abre el entendimiento espiritual, donde radica el diseño y el poder de cada hijo para vivir una vida plena y abundante en Cristo.
Practicar y entender este poder, que nos habita, como creación divina, nos despierta a un entendimiento, dimensional, infinito y eterno, que abre todas las posibilidades del campo cuántico y espiritual que es Cristo, la esperanza de gloria, en la humanidad.
Cristo restauró todas las cosas, uniendo cielos y tierra, en una unicidad poderosa y efectiva, para cumplir el deseo del Padre en sus hijos, que fue desde antes de la fundación del mundo en Cristo.
Arturo Gtz Mtz Página de inicio
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