¿Sabes que tienes el corazón y el espíritu de un Dios?

Pero no lo sabes, por eso caminamos como hombres mortales.


Por ignorar nuestra naturaleza divina, en Cristo, somos engañados.


Cristo nos lo enseñó, durante 30 años, al decir que era el Hijo de Dios.


Haciendo lo que un Hijo de Dios puede hacer.


Y prometió que una vez resucitara, estaría en nosotros por siempre.


Despertemos a este mensaje poderoso, es nuestra herencia eterna, despertar a nuestra naturaleza espiritual y vivir cada día en él y para él.


Comunícate con tu realidad espiritual que está dentro de ti, no está afuera de ti.



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